Un dia, un dedo-lescente dormia placidamente...
de pronto sintió un ruido,
y se asomo a su puerta a ver que pasaba...
El joven, quedo asombrado de lo que sucedia,
una horda de dedo-zombies se acercaba a su puerta...
Eran tres dedo-zombies hambrientos,
cuando el dedo-lescente se dio cuenta, estas criaturas ya estaban demasiado cerca...
El dedo-lescente se vio arrinconado...
pero recordo su entrenamiento anti-dedo-zombie
y se puso en marcha
Saco su poderosa arma y comenzó a disparar...
Parecia que le perdonaría la "vida" a uno...
Pero lo remato igual, ya sabes como dice el viejo proverbio:
"Solo un idiota perdonaría a un dedo-zombie"
No hay comentarios:
Publicar un comentario